En nuestro país cualquier vehículo que pueda circular debe de tener contratado al menos el seguro obligatorio de circulación.

Dicha obligación viene establecida legalmente en el vigente Real Decreto 1507/2008, de 12 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento del seguro obligatorio de responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor

Artículo 14 – Acreditación del seguro obligatorio

1. Todo vehículo a motor deberá ir provisto de la documentación acreditativa de la vigencia del seguro obligatorio.

2. La vigencia del seguro obligatorio se constatará por los agentes de la autoridad mediante la consulta al Fichero Informativo de Vehículos Asegurados.

En su defecto, quedará acreditada la vigencia del seguro mediante el justificante de pago de la prima del periodo de seguro en curso, siempre que contenga, al menos, la identificación de la entidad aseguradora, la matrícula, placa de seguro o signo distintivo del vehículo, el periodo de cobertura y la indicación de la cobertura del seguro obligatorio.

3. El incumplimiento de la obligación de presentar la documentación justificativa del seguro será sancionado con 60 euros de multa y dará lugar a la formulación de la correspondiente denuncia ante la autoridad competente en los términos previstos en el artículo 3.1 del texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor.

Aún más, aunque uno de los vehículos previstos legalmente – entre ellos coche o moto – no circule en absoluto, cuando se encuentre por ejemplo guardado en un garaje, dicho vehículo debe igualmente tener en vigor el seguro de responsabilidad civil obligatorio anteriormente mencionado. En caso de que se detecte que carece del seguro podrá ser sancionado e incluso precintado con la consiguiente inmovilización del vehiculo.

Es de dominio público la enorme dificultad que se origina ante la situación de como asegurar jóvenes conductores.

Actualmente existen muy pocas opciones en el mercado y las compañías de seguros son, en su mayor parte, reacias a contratar una póliza un coche en el que tenga que conducir una persona menor de 25 años y/o con menos de 2 años de carnet.

El problema es serio, puesto que los recargos que aplican las aseguradoras para este tipo de conductores sobre el precio del seguro, tanto por edad como por carnet,  pueden llegar en algunos casos a duplicar o incluso a triplicar el coste del seguro.

Para evitar este problema se recurre a la picaresca, como por ejemplo no declarar al conductor en la póliza o  incluir al joven recargado como conductor ocasional en el coche propiedad de alguno de sus padres.

Estos trucos, por supuesto,  presentan inconvenientes importantes porque pueden traer serias consecuencias en los casos más graves.

En el seguro obligatorio de responsabilidad civil en la circulación de vehículos a motor, la concreta delimitación del riesgo ofrece una importancia evidente por la cantidad de situaciones que se pueden generar. Es tan importante o más concretar el modelo exacto del vehículo como delimitar la persona del conductor habitual del mismo.

Es fácil deducir que un coche familiar con un conductor con poca o nula experiencia conllevará un aumento del riesgo de sufrir siniestros.

En previsión de ello la Ley de Contrato de Seguro (LEY 1957/1980) regula determinados supuestos en los que el tomador de la póliza debe indicar a la aseguradora los elementos que pueden influir en el riesgo asegurado.

Así, en el art.10 se establece expresamente que el tomador deberá de notificar al asegurador, antes de la formalización del contrato de seguro, todas las circunstancias que pueden influir en la determinación del riesgo. Entre éstas ,estaría, naturalmente, el hecho que el conductor habitual del vehículo sea una persona con poca experiencia en la conducción de vehículos a motor.

También el art.11 prevé que el asegurado o el tomador debe de comunicar a la compañía de seguros durante el transcurso del contrato concertado, todas las circunstancias que agraven el riesgo y sean de tal naturaleza que si hubieran sido conocidas por éste en el momento de la perfección del contrato no lo habría celebrado o lo habría concluido en condiciones más gravosas.

Por ello, el uso de un vehículo propiedad de cualquiera de los padres por su hijo, conductor novel, sea de forma esporádica u habitual, supone agravación del riesgo declarado en el contrato de seguro obligatorio de responsabilidad civil y, por lo tanto, debe comunicarse a la compañía de seguros, con las consecuencias previstas en el art. 12 en caso de no haberse realizado dicha comunicación.

Esta situación es sobradamente conocida por las aseguradoras. Algunas como Mapfre o Axa ofrecen tipos de seguros de coche a Terceros, Terceros ampliado con Lunas + Robo + Incendio e incluso a Todo Riesgo con o sin franquicia específicamente pensados para este perfil de jóvenes. 

En algunos casos incluyen además garantías adicionales muy interesantes como la gestión de multas, libre elección de taller o un subsidio por retirada del carnet.

Una aseguradora es una empresa privada y, por tanto, tiene plena capacidad jurídica para poder contratar o denegar la contratación de una póliza en general en cualquier tipo de seguro.

Como «fabricantes» de una póliza eligen el perfil de riesgo que comercializan y a quién se lo quieren contratar.

La problemática de asegurar a conductores con menos de 25 años o 2 años de carnet viene de la alta siniestralidad que tradicionalmente tiene este tipo de conductores. La causa es la nula o escasa experiencia al volante y sin contar con el tipo de coche que conducen.

En bastantes ocasiones son vehículos con una cilindrada y potencia excesiva que pueden desarrollar altas velocidades y que en manos equivocadas pueden causar graves siniestros.

Es muy frecuente ver pólizas en las que el riesgo asegurado no coincide con el real, situación que puede originar serios problemas en caso de siniestro.

La mayor parte de los asegurados desconocen que al contratar un seguro deben ser informados de las normas de contratación de la aseguradora de turno.

Es más, se da el caso de que muchas aseguradoras exigen que se nomine a todos y cada uno de los conductores del vehículo. No hacerlo puede traer complicaciones serias y acabar en el juzgado en caso de siniestro si la aseguradora no acepta el pago por haber incumplido el tomador de la póliza esta obligación.

Para evitar esta problemática la mejor opción es consultar con un mediador profesional y dejar que te asesore debidamente en función de tus necesidades concretas

El Consorcio de Compensación de Seguros es el organismo público que da solución efectiva a los conductores con mal historial de siniestralidad.

También asegura a conductores no admitidos en ninguna compañía por falta de historial a quienes ha resultado imposible contratar el seguro de su vehículo.

Dicha posibilidad viene expresamente regulada por el Artículo 5 del Reglamento del seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil en la circulación de vehículos a motor señalado.

El requisito que exige el Consorcio para asegurar tu coche es acreditar que has solicitado como mínimo a dos compañías la contratación de tu póliza y que ambas te han denegado la suscripción.

Conviene dejar muy claro que el seguro del Consorcio de Compensación de Seguros únicamente garantiza el seguro Obligatorio con las coberturas mínimas imprescindibles exigidas legalmente para poder circular con un vehículo.

Por tanto cualquier daño personal o material que se produzca a terceros por encima de los límites legalmente establecidos deberá ser indemnizado bajo tu exclusiva responsabilidad a tu cuenta.

Son daños no cubiertos por el Consorcio daños por lunas, robo o incendio del vehiculo o daños propios del mismo, la asistencia en carretera, etc

En L-Driver.es  ofrecemos a conductores noveles, menores de 27 años y/o con menos de 2 años de carnet una solución aseguradora efectiva a precios ajustados.

Consultanos la mejor forma de contratar el seguro de tu coche y disfruta de ser «millennial» con una conducción segura en la mejor compañía.